derechos reservados deusodomestico

sábado, 20 de octubre de 2007




EL ANDÉN
Plano espacial no siempre horizontal

Por Alejandro Bustamante C.



En la ciudad pública, el plano de la existencia social se mueve en ese plano horizontal asfaltado. Espacio donde acontecen a cada paso eventos diferentes que crean experiencias que trasforman nuestra forma de ver las cosas a nuestro alrededor. Quizás es el espacio urbano donde mas intervienen los elementos existentes de nuestra ciudad.

A cada 10 pasos pueden cambiar los olores (percibidos e imperceptibles), que empiezan a caracterizar espacios, que nos forman imágenes, quizás de recuerdos agradables o desagradables, que nos traen una sonrisa o un gesto de mal gusto.
Se transforman con los pasos, los colores y las densidades... (Denso asumido como la congestión a causa de la intensiva multitud de personas en un espacio publico reducido). Y es quizás el espacio donde el actuar, sobrevivir, transportar, desplazar, tanto nuestro cuerpo, como elementos que utilizamos, se chocan y entran en contacto con el otro personaje que va a nuestro lado.

Es el lugar donde nos untamos de esa frase tan figurada -URBE-.

Quizás esta creación citadina, mejor, creación urbana (porque el anden no solo existe de ciudades, sino en muchos “asentamientos urbanos”), que fue creada posiblemente no hace muchos siglos, es el gesto con el cual nos damos cuenta que al estar tan aglomerados, necesitamos un objeto-espacio que nos ordene y dirija nuestros pasos.

En nuestro medio, esa línea horizontal sufre transformaciones dimensionales y formales, se torna con movimientos “orgánicos”, inclinados, empinadísimos y hasta proféticos, llegando a ser incluso toda una proeza humana, tanto en hacerla como en recorrerla. Donde ni una moto llega y mucho menos un carro. El anden, acaso el objeto no objeto más importante que tiene la preeminencia de existir en toda la ciudad. Con su capacidad de adueñarse de los espacios de los carros y como muestra de ello, en su ascenso cada vez mas alejado del centro, te hace rey y te articula con caminos donde solo transcurre la movilidad natural humana. Los pies.

La capacidad de este espacio tan noble que permite el caminar, que es abusado por los desesperados en busca de una solución a su vivir, que nos trae tantos acontecimientos y que a veces se nos vuelve tan chico por algún motivo. Que nos hace estrujar y echar madres al aire, que nos hace razonar por fin, para rescatar y observar ese espacio ideado alguna vez por ciertos personajes, o quizás como tantos desarrollos humanos salidos de la necesidad, es vital para nuestro vivir y nuestro transcurrir por los espacios abiertos de la ciudad que vivimos.

La verdad, no se si sea un invento o desarrollo, o quizás un simple tropiezo o atropello nos hiciera crearlo.
Solo sé que es el espacio por excelencia que más que las vías, identifican ciudades, pueblos o asentamientos…Y si no que seria de algunas ciudades sin sus grandes avenidas peatonales(Bulevares y Alamedas)…o de aquellos pueblos que se destacan por no tenerlo.

Que su futuro es incierto, para mí es claro, pero, ¿será que somos capaces de convivir y movernos sin él?



…A su majestad el anden…



lunes, 15 de octubre de 2007

A PARTIR DE ESTA LINEA DE LETRAS, SE HALLA UN TEMA ANTIGUO QUE DE IGUAL MANERA PODÈS COMENTAR...
...EL BUS

jueves, 16 de agosto de 2007

el otro bus...


por: nïniötrësdë

no sé por qué siento a veces que esto no es un bus, pero es tan parecido i a veces tan tranquilo que sería imposible negarlo o dejarlo de tratar como una de esas "cajas que se mueven" i me dan la vuelta por la ciudad.


aquí le dicen transmilenio, para mi es un bus, rojito i no tan folklórico, pero a la final bus.

un sábado por la noche me picaba una de esas tarjetas azules en el bolsillo (un pasaje por llamarlo de otra forma) i no había mucho por hacer. alguna vez pensé en un viaje sin rumbo o subirme a un bus i dejar que rodara hasta terminar el viaje para dejarme tirado en medio de la nada, o bien, en este caso pasarme de una cajita a otra, i a otra, i luego a otra hasta cansarme o hasta que me echaran de alguna estación; tenía música para mí i poco afán, así que me empaqué en una de esas "cajitas" como los dulces, que en lugar de una ilegible lista de lugares por donde se pasa tienen una letra i un número, no se le puede hablar al señor ese que maneja, no se oyen estribillos de vallenato o merengue, no hai espejos forrados en telas afelpadas...
para mi algo "marciano" encierran estas cajitas rojas, pero vamos al grano, a mi viajecito...

me gustaba cualquier medio de transporte que involucre masas grandes de gente porque ellos también son la ciudad, ellos llevan cajas, a veces palas, maletines, baldes, o alguna cosa que habla de su individualidad transitoria...uno no sabe si lo que ve es todo o sólo lo que se imagina.
desde "chiquito" siempre he peleado por la ventana, por leer avisos o ver luces, ver la gente haciendo "malacara" en medio de un gigantesco trancón, una obra, una chica bonita por ahí o a mi lado...pero a mi lado no sé sentaba persona alguna, quien sabe que repelente me eché - pensaba- hoi 16 años después en una banca, junto a una ventana, viendo pasar luces, oyendo mi música mezclada con voces, iba en el bus, mas afuera que adentro, con la cabeza apoyada contra la ventana, cuadro móvil de esta puta ciudad, tan fría i tan "marciana"...les diré por qué me parece "marciana", pero mas tarde...
...sigo pensando i viendo i oyendo i sin hacer ninguna de las cosas, una lámpara i de repente estaba parado en una calle cualquiera mirando para arriba e imaginando que sería estar allá arriba, tirando una frasquito de esos de licor, porque a veces la gente está borracha i por ahí suelta i viéndolo caer desde abajo a mis pies i regarse i mientras el charco tocaba mis zapatos sucios volví a mirar al lado i había pasado al sur de la ciudad, donde alguien me decía que todo se pone feo, pero era lo mismo con menos maquillaje, tan solo como al norte...
de "marciana", solo le faltan las navecitas sobrevolando la torre esa que cambia de color, también hai edifcios coronados con pirámides, juegos infantiles con el tricolor colombiano que son para ninhos pero no los pueden usar los niños i mucho menos los que no lo son, además todos estaban obligados a doblarse al gusto del metal, los tubos i los pasamanos, todo era de metal, metal...otro edificio que cambia de color, lo salvan las escaleras pienso, (porque me gustan) le dicen inteligente i está en medellín...pero estoi en bogotá, i otra vez metal i hai que bajarse porque llegamos al fin del recorrido, PORTAL SUR dicen las pantallas de leds verdes...voló la espora, me perdí en el montón...el virus atrapa las células, de nuevo caí a otra caja i es otro asiento esperando, otra ventana, otra ciudad para ver.
llevaba un buen tiempo nadando entre objetos i lamparas de la calle, viendo pasar cajas mas pequeñas -"...looked for you downtown..." decía una canción de metric mientras seguía ensimismado viendo pasar las lámparas, i esa era una de tantas ciudades mientras viajaba, ni hablar si viajaba mirando desde la banca de atrás, aunque estoi hablando de eso i fue que me había hecho atrás, ahora solo veía una línea blanca interrumpida, una estación que se iba, no me iba yo, caras de gente, "malascaras" , lo otro estaba mui oscuro, no recordaba mucho la verdad, una chimenea perdida de una fábrica, un montón retazos por pegar, eso era lo que mi ventana i mi cabeza ahi pegada contra el vidrio repitiendo las mismas canciones durante mucho tiempo, prefería hablar de tiempo porque no habia hora exacta...la ciudad también era tiempo perdido o tiempo así nomás.

lunes, 13 de agosto de 2007





En Bus:

Peripecias urbanas, memorias personales:


Jaime A. Carmona “le jimmi”


“Un verso bien sutil y dirigidodelicado y sensitivoquisiera componer yole ruego mi señora que comprendaque no se si usted se ofenda comprenda que el amor no tiene redesno hay nada que lo pueda detener...” (Canción para animar el recorrido)

Solo basta pagar el pasaje, pasar la registradora, y buscar un buen asiento, para disfrutar de la maquina más asombrosa que se puede encontrar en la ciudad, es maquina del tiempo, montaña rusa, dispensador de confites, herramientas de costura y cocina, hasta papelería, y todo acompañado y ambientado con la mayor oferta musical.
Estando dentro de un bus o buseta se lee una ciudad y desde afuera se lee otra, donde estas maquinas cumplen un papel importante, desde adentro: se lee esa ciudad humana, y se lee en las caras de los congéneres que juntos comparten de las delicias del servicio de transporte urbano, se ven las necesidades de una ciudad, sus angustias y sus alegrías, se interpreta el interior de un bus como una pequeña “ciudad”, de una vía principal que distribuye a pequeños barrios de dos asientos, con vista en su mayoría en la misma dirección, pero esta “ciudad” circula por las calles de otra mayor, una ciudad real con barrios reales, pero desde el interior de la “ciudad” pequeña se ve la grande, esa ciudad de contrastes, de cambios vertiginosos, desde una ventanilla se puede hacer una lectura de un sector de la ciudad, como se enlazan barrios entre si como se pasa de uno a otro, y como cambia cada uno, la lectura se vuelve mas fuerte en la interpretación que se hace al observar quien se monta y quien se baja encada tramo de el bus, en el imaginario surgen teorías y conclusiones para entender la ciudad tramo a tramo;
Desde afuera la ciudad, que se mezcla entre el concreto y el bareque, que se arropa con árboles de follajes tan salvajes que pareciera que la ciudad brotara de la selva
(Y creo que si es así) es decorada por unos móviles de colores tan ruidosos como ellos mismos, se mueven sin parar de un lado a otro, cargando y descargando gente, y a la vez tejiendo unos hilos que unen la ciudad, dándole una identidad y dándole una vida que parece se borrara en una búsqueda de una ciudad perfecta y organizada.
En los ideales de ciudades perfectas parece no tener cabida el colorido físico, y cultural de un bus, sus velocidades y sus destiempos, sus sonoridades, sus olores, sus vibrantes arranques y afanosas llegadas...”si quiere conocer el pueblo colombiano, monte en bus de servicio urbano”
Desde adentro o desde afuera el bus es un factor urbano fundamental en las culturas como la nuestra, y aunque es reflejo de muchos defectos y errores que tenemos como ciudad, se vuelve también muestra de lo que somos y de lo que valemos, aunque podríamos enumerar una gran cantidad de cosas a organizar y mejorar en el sistema de transporte de Medellín, no podemos sacrificar en algún momento lo que tenemos y que nos identifica.
Voto pues por la libre expresión del chofer o conductor, que ama a su bus como su mujer, y como a su equipo de el alma, para que “engalle” su bus como le de la gana.
Voto por la música en el bus, las rancheras, la guasca, el vallenato, el pop romanticón que pone a las mujeres a cantar y la buena salsa que suena a todo timbal.
Voto por que no desaparezcan los vendedores, ni los cantantes osados que entretienen el viaje.
Voto por que salgamos con tiempo a coger el bus, para disfrutar el viaje y la ciudad.
El bus como símbolo urbano, como identidad y como expresión de una ciudad.


“...Y si yo la quiero saludardigo su nombre y menciono otro puebloo en una fiesta que nos encontremosentono la canción que ya sabemosPa´ que se rian cuando usted se este riendoy si es caso de acuerdo nos ponemos.” (Toque el timbre y bájese aquí!)

PUNTO DE PARTIDA...

POR:
Alejandro Bustamante C.
foto tomada por Ruth p. fuente flickr





Las actividades cotidianas están marcadas por el olvido y la ceguera que nos corroe, por esa cotidianidad que nos absorbe y nos va “durmiendo” en un letargo que es dominado por el tiempo y la preocupación, sobre todo del dinero y el --ojalá-- del día de mañana. Que nos quita la capacidad de observar las cosas y pensar en cosas diferentes.

Hoy quizás es una manera de despertar y poder decir algo sobre lo que siempre he tenido una inquietud de mi vida cotidiana y que siempre quiéralo o no, he estado en contacto con ello. Y afortunadamente tuve la oportunidad de vivirlo y poder hablar y obsérvarlo de lejos para percatar diferentes formas de pensar.

La actividad de desplazarnos de un lugar a otro a través de la ciudad tiene varios métodos o varias formas por decirlo así, y personalmente prefiero hacerlo cuando se puede en uno de los medios más económicos pero creo, mas enriquecedores que hay. El viajar en bus de servicio público.

Comenzando por su pintoresca apariencia, multicolores y tamaños diversos que hacen que unos sean mas incómodos que otros, pero en fin, lo que cuenta es el “paseo”. Ese “paseo” que está cargado de miles de imágenes, olores, velocidades y que pasa a veces por muchos lugares. Que tengo contacto con gran cantidad de gente y nos percatamos de lo que realmente es el servicio publico para la ciudad, que es quien abastece de personas los lugares y es el pilar fundamental de una ciudad, que hace que se pueda mover y marcarle un ritmo vertiginoso propio de la ciudad.

Creo que no nos percatamos, ni a veces caemos en cuenta los lugares por donde pasamos porque se nos hace normal el desplazamiento y los acontecimientos que repercuten en el viaje y nos centramos en los acompañantes del viaje que nos rodean. Pero cuando vamos “distraídos”, pasamos por lugares, nuestros pensamientos advocan recuerdos de cosas y percepciones que alguna vez tuvimos en alguna esquina o en algún cruce o alguna calle. Vemos los arboles, las bancas, los parques, las plazas, etc. que lo que tienen en común es esa gente se desplaza a otro ritmo que en el que uno va y te hace pensar en los acontecimientos de la gente de la ciudad, caer en cuenta de cómo la gente se pasea por la ciudad a un ritmo diferente y con un afán diferente. No comprendemos las cosas cegados por la cotidianidad y el “cansancio” o afán que tenemos. Hace falta ver que no es sino dar una observación diferente y más atenta de esos lugares tan conocidos, para descubrir objetos que son casi nuevas para nuestro pensamiento, porque para nuestros ojos ya existían pero nunca le prestamos la atención suficiente por no más ir pensando en el personaje que se acaba de montar al bus.

Cómo todos esos elementos afuera, forman una red compleja de situaciones y sensaciones diferentes en cada lugar. Es una gran cantidad de pensamientos y de información que absorbemos en segundo cuando el bus pasa cerca a lugares con avisos grandes y luminosos.

Configuraciones formales caracterizadas por colores, humaredas, rayos de luz, sonidos y las calles resquebrajadas que nos hacen brincar y como despertar, pero que nos regalan un recuerdo más para cuando volvamos a pasar por allí.

Creo que ese despertar a poder disfrutar así sea de las mismas cosas y observar “cuerpos” que siempre durante años han estado allí, en su mismo lugar, es un riesgo que debemos tomar para poder entender que nuestra ciudad es grande y es una de ellas que nuca podrás conocer por completo, que no es solo habitada por personas, sino por “objetos” en las calles que nos las encontramos en el andar y que nos tropezamos con ellas para poder entender el lugar donde estamos y en cierta manera poder formarnos un conocimiento propio infundado por la experiencia de poder vivenciar lo que tanto prometen las personas que se sumen a un mandato elegido por la gente con la que vives a diario, y poder discernir para ti que es bien y que es mal…todo esto con solo saber observar…y que mejor medio para observar muchas cosas que el andar en bus…



Reflexiones sobre un viaje en bus.


Punto de partida, punto de llegada.



Por: Jaime Alejandro Vélez ¨ CHELO ¨



Nadie se prepara para este viaje………. Es efímero……es una simple transición de espacios………



Talvez por esta premura en el tiempo no importa la ergonomía de las sillas, ni la música que ambienta esa escenografía urbana típica que cualquier tema le queda bien….


Solo importa llegar y llegar pronto y al llegar es casi instintivo como se olvida este viaje que se vuelve un rito mas, que en la noche no recordamos, ni planeamos solo sabemos que al otro día es necesario si queremos cumplir con nuestro cronograma…


Hay pequeños momentos mágicos, extraordinarios que en este viaje nos llevan a una irrealidad a una especie de matrix en el subconsciente donde divagamos, recreamos, recordamos y hasta rediseñamos la ciudad, y a veces o casi siempre en lo que a mi concierne con un fotomontaje instantáneo veo en esa matrix a la que nos transportamos, la transgresión de esta ciudad y por un segundo la veo, la idealizo y entonces veo esa esquina, esa cuadra, esa horrible intervención como la quisiéramos ver en realidad……como la ciudad descrita en esos libros ¨ vanguardistas ¨ de arquitectura o ha veces como el simple idiota y poco fundamentado capricho de mini dioses que manejamos nos diga.( y la ciudad esta llena fuera de la matrix de estos caprichos desarticuladotes y constructores de la anti -ciudad )……………


Aunque ese subconsciente esta diseñado para sacarnos de esa traba cuando estamos cerca o llegamos a nuestro destino inmediato ……..aunque a veces este subconsciente falle y no funcione o quien extraordinariamente no ha continuado su camino después de su destino por guevon por ir dormido.



A veces también no hay matrix para mi; este viaje es un guión exacto que se proyecta puntualmente por las ventanas, la misma esquina con la misma gente, el mismo sol amarillo intenso refractado en las fachadas de las viviendas y edificios, el mismo semáforo en rojo que pocas veces por un milagro el bus logra pasar en amarillo y se convierte en la primera hazaña de la mañana….. en fin la misma gorda en la misma silla con una mirada sinuosa que quisiéramos ver en la morenita chimbita de adelante….


Pero hay algo mas allá de estas escenas proyectadas cotidianamente………hay algo entre guión y guión proyectado que es muy interesante reflexionar y es el avance o retroceso en esa meticulosa inspección, es una velocidad que permite mirar de esquina a esquina sin parpadear, de zócalo a cubierta, calcando diariamente el recuerdo anterior que parece de ayer o de la semana pasada, o del año pasado, esa imagen que recorremos diariamente esta tatuada en ese subconsciente que actualiza y compara imágenes y entre todos esos recuerdos actualiza la imagen final con la que moriríamos ese día si así sucediera…….y mientras esas actualizaciones se contraen y ajustan es muy factible que la ciudad nos sorprenda, nos despierta, nos cautive con un afiche allí, con demolición acá, con construcciones mas allá , con conciertos, muertos, cuentos desplazamientos, estruendos, toda una composición metamórfica que no asimilamos nunca pero que vivimos diario………


La velocidad parece comenzar constante pero nada es ficción del paso de la calle al bus…….la velocidad se torna de una entre cortada que deja ver todo y a veces nada depende del afán de señor o la señora conductora, que ha veces es inclemente y despiadada en acelerar en el mejor lugar de la ciudad, en el mejor paisaje urbano en el que nos encontramos concentrados y que ansiábamos todo el viaje, o que sin esperar encontramos.((((((((((PUM))))))))) Se espuma en un acelerar inesperado donde instintivamente toca apretar culo y cogerse duro por que esa guevonada parece que fuera a despegar y el paisaje se distorsiona y se interioriza y se vuelve casi privado muy ensimismado parece que el zoom que manejamos desde el bus es inversamente proporcional a la velocidad del flujo vehicular……….y son sentimientos encontrados el llegar pronto o llegar mas tardesito y seguir disfrutando desde ese espacio en movimiento del los demás movimientos.